El olor a café y pescado se empieza a extender anunciando que el almuerzo ya casi va a estar, Luz Mila se asoma desde su cocina para ver quién ha llegado a su casa, y recibe a los visitantes con agrado y una buena taza de tinto. En medio de la charla, el verde inmenso de las montañas y el cantar de las aves toma un suspiro y comenta con orgullo “yo soy nacida y criada en este territorio, en esta finca”. Luz Mila es habitante del corregimiento de El Cañón de Las Hermosas, en Chaparral, Tolima, una región rural que congrega aproximadamente 7.000 habitantes.
En su infancia convivía con sus padres y sus ocho hermanos en la finca a la que hoy llama “Buenos Aires”, con especial cariño recuerda a una de sus hermanas, quien al nacer convulsionó, dejando en
ella rastros de una discapacidad múltiple. No obstante, a pesar de las dificultades vivían rodeados
de amor y en medio de una crianza encaminada a “hacerlos personas de bien”, como ella manifiesta. Así mismo ella ha educado a sus 3 hijos siendo madre soltera.
El “paraíso” como ella define su territorio, no siempre fue un lugar de paz, durante años la guerra azotó la región; Chaparral fue un lugar estratégico durante el conflicto armado en donde hicieron presencia diferentes grupos armados. Aún en medio del terror y la incertidumbre, a inicios de los 2000, Luz Mila quiso generar procesos de liderazgo en su comunidad, le hacía gran ilusión tener su propia fundación de mujeres. Para su agrado, hubo una gran acogida entre las mujeres de la zona rural, llegaban a los espacios de encuentro con gran entusiasmo por participar, pero las dinámicas de violencia las forzaron a renunciar al proceso por un tiempo, “nosotras quedamos estancadas por varios años y no podíamos hacer nada, ni liderar proyectos” comenta. Desde aquellos años hasta la actualidad la intensidad del conflicto disminuyó significativamente, además cuenta Luz Mila que la firma del Acuerdo de Paz llevó esperanza a la población y a su región, una de las mayores oportunidades para ella fue cumplir su sueño, después de muchas luchas logró fundar la
Asociación de Mujeres Progresistas de San Jorge (ASOMUPROSJ).
Pasos firmes en su comunidad y procesos de visibilización en el territorio
El pasaje oscuro en la historia de Chaparral generó entre sus habitantes el recelo y la desconfianza, Luz Mila cuenta que, con el ingreso del desminado civil humanitario a la región, la población veía con mucha incertidumbre y escepticismo las actividades que se realizaban. Poco a poco el trabajo de HI fue cambiando la mirada de los habitantes, quienes empezaron a ver con buenos ojos a este nuevo actor en su territorio, Luz Mila declara con propiedad: “el trabajo que hizo HI nos cambió la mirada, ya que es un trabajo más social y cercano a las comunidades, han fortalecido lazos de amistad con las comunidades, muy diferente a lo que han hecho otras organizaciones de desminado que sólo se dedicaban a su labor técnica, sin incluir otros procesos”.
Como lideresa y fundadora de ASOMUPROSJ destaca con mucho entusiasmo los talleres de género que desarrollo HI porque allí le dieron herramientas para fortalecer sus conocimientos sobre el tema y compartir opiniones con otras mujeres de las veredas. Recuerda que durante esos espacios se lograba reflexionar sobre el valor de la mujer, su importancia en el hogar y la comunidad, así como de su gran aporte en la sociedad para lograr un equilibrio entre el rol de ser madres, esposas y la capacidad de asumir un rol productivo.
Justamente frente a la importancia del rol productivo que asumen las mujeres, Luz Mila considera muy valioso que en medio de las reuniones con HI se lograra emprender una propuesta productiva para la construcción de 4 invernaderos, los cuales señala como una gran esperanza para todas las comunidades campesinas de la región, quienes actualmente son representadas por una organización gestada en el territorio llamada ASOHERMOSAS (Asociación de las Hermosas con desarrollo al futuro), además de ser una puerta para reforzar el trabajo con la niñez y la juventud, sembrar aspiraciones para que luchen y trabajen por mejorar su entorno.
Gracias a la propuesta de los invernaderos que hace parte de la Asistencia Integral a Víctimas (AIV), componente del proyecto de desminado de HI, la movilización y participación comunitaria han ido en aumento, y hay muchas expectativas para que los cultivos que se pretenden sembrar generen empleo y recursos. Como declara Luz Mila: “La creación de los invernaderos nos da oportunidad de participación, entradas económicas y demostrar cómo el apoyo que brinda HI es muy importante para nosotros porque a futuro tendremos un gran éxito con esta iniciativa, la cual será un referente para nuevos proyectos en
el territorio.”
En medio de las dificultades que aún persisten en el territorio, en donde la cobertura en salud es prácticamente inexistente, las distancias al casco urbano pueden tomar 5-6 horas por no contar con una vía pavimentada en medio del riesgo a los derrumbes, Luz Mila se mantiene optimista, sigue descubriendo ideas entre los árboles de café, los apiarios y los galpones que sueña ver llenos de gallinas a futuro. Es así como esta lideresa de la finca Buenos Aires se mantiene firme en su lucha por los jóvenes, adultos mayores, mujeres y demás comunidades campesinas del corregimiento de las Hermosas.
Las operaciones de desminado de Humanity & Inclusion en Chaparral y en toda Colombia se llevan a cabo con el apoyo de la Oficina de Remoción y Reducción de Armas de la Oficina de Asuntos Político-Militares del Departamento de Estado de los Estados Unidos y el Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para el Sostenimiento de la Paz en Colombia.