A principios del siglo XX se descubrió petróleo en Venezuela, que cuenta con las mayores reservas conocidas del mundo hasta la fecha. Gracias al alza de los precios del petróleo a principios de la década de 2000, el gobierno encabezado por Hugo Chávez tuvo los fondos para implementar políticas populistas de protección social. Estas políticas inicialmente impulsaron la economía venezolana, reduciendo temporalmente la desigualdad económica y la pobreza.

En 2013, cuando murió Hugo Chávez, Nicolás Maduro fue elegido con una estrecha mayoría en una elección muy disputada. La caída de los precios del petróleo y la especulación llevaron al colapso de la economía del país. Esta desestabilización resultó en hiperinflación, depresión económica y escasez de productos básicos. Además, ha provocado un aumento drástico del desempleo, la pobreza, las enfermedades, la desnutrición y la delincuencia. Además, esta situación se ha visto agravada por las sanciones impuestas por la administración estadounidense.

La situación socioeconómica en Venezuela continuó agravándose a lo largo de 2019, 2020 y 2021, provocando uno de los mayores desplazamientos de población en la historia de Sudamérica. Ahora se estima que más de 6 millones de venezolanos han abandonado el país desde 2014.