Por: Daniela Caro – Manager MEAL Colombia
Fecha de publicación: 28 de junio 2024
A orillas del río Ariari, en el Meta, se extienden amplias zonas de tierra fértil y caseríos que viven del fruto de sus suelos. Tal es el caso de Don Marco Antonio Roncancio, un agricultor de 53 años que ha dedicado su vida a múltiples oficios y que, actualmente, cuenta con un cultivo de cacao en su finca. En asociación con su hija, Marco trabaja la tierra de su hogar, donde tiene sembrados cerca de 6,000 palos de cacao. Este proyecto productivo, al que apostó desde el año pasado, está en pleno desarrollo.
La vereda Bocas del Pororio, cerca de Puerto Concordia, donde se sitúa esta historia, es una zona marcada por el conflicto armado. Don Marco cuenta que, en la época de ‘La Violencia’, este sector era frecuentado por grupos armados y servía como un punto estratégico de intercambio de hostilidades y enfrentamientos directos. Con la desescalada del conflicto y la apertura del puerto, este sector se transformó en una zona residencial y turística, donde el panorama dejó de ser tan gris. Las poblaciones desplazadas encontraron refugio y comenzaron a construir sus hogares en esta región.
Sin embargo, Don Marco nunca se imaginó recibir la notificación de la presencia de lo que parecía ser un ‘explosivo’ en su predio, un artefacto olvidado del pasado violento que apareció justo cuando iniciaba los trabajos de su proyecto de cacao. Fueron las personas que contrató para la labor de guadañar quienes lo encontraron.
A cargo de tres niños, Don Marco los lleva con frecuencia a pasear al río y comparte con ellos al aire libre en su casa. Su mayor preocupación era que alguno de ellos pudiera tener un incidente con este artefacto y que esto representara un peligro para sus vidas.
Los guadañeros, conocedores de las labores de desminado que desempeña Humanity & Inclusion (HI) en el territorio, dieron aviso para que asistieran a la zona y realizaran la verificación respectiva. El equipo de Desminado Humanitario de HI asistió, realizó las labores de investigación que confirmaron la sospecha, se aseguró el área y posteriormente llevó a cabo las acciones necesarias para la neutralización del artefacto explosivo.
HI opera en el territorio desde 2023 y cuenta con reconocimiento por parte de la comunidad por sus actividades de desminado humanitario y educación en riesgo de minas. De esta forma, HI ha apostado por la vida y el desarrollo de las comunidades, generando conciencia entre los habitantes sobre los riesgos de encontrarse con minas antipersona o posibles artefactos explosivos y sobre la ruta de acción ante la sospecha de hallazgo de alguno de estos.
En conversaciones con los líderes y presidentes de algunas de las veredas donde HI realiza sus operaciones, se resalta la calidad de las intervenciones ante alertas de posibles hallazgos de artefactos en sus territorios y la pedagogía con la que realizan los talleres de educación en el riesgo, especialmente dirigidos a niños, niñas y adolescentes. Estos últimos, en su proceso de desarrollo, sienten curiosidad por tomar objetos que encuentran en el camino a sus escuelas o casas, los cuales, desafortunadamente, no siempre son lo que parecen.
Hoy, Don Marco se encuentra muy agradecido con las labores de HI en el territorio y dibuja una sonrisa cuando habla de su proyecto, que gracias a la intervención oportuna de HI, se mantiene en pie y a punto de dar frutos. Esto es lo que nosotros llamamos sembrar una «semilla de esperanza».
En Colombia, HI está llevando a cabo operaciones de desminado en los departamentos de Antioquia, Chocó, Tolima, Meta y Cauca. Estas operaciones son posibles gracias al apoyo de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), la Embajada de Suiza en Colombia, el Departamento de Estado de los Estados Unidos, dentro de la Oficina de Asuntos Político-Militares (PM/WRA) y la Embajada de Estados Unidos en Colombia.