Por: Marcela Campos – Oficial Regional de Comunicaciones América Latina y El Caribe
Treinta mujeres cabeza de familia, en el estado Apure, en Venezuela, se asociaron para emprender en la producción de cacao. Con capacitaciones y basadas en el diálogo entre ellas buscan crecer en todos los procesos de siembra, producción y venta de la fruta.
Cada una de ellas hace parte del proceso en sus casas, y luego se reúnen para terminar juntas, todas estas actividades son concertadas para alternar su negocio productivo con las obligaciones de sus hogares. Esta actividad ha extendido lazos de unión, familiaridad y compañerismo para conseguir un objetivo en común, es así como ellas mismas han trabajado en la construcción de un sitio acorde para crecer con este emprendimiento.
Adicional al desarrollo de su idea de negocio han participado de talleres de formación donde se intercambian sus conocimientos en manualidades, corte de cabello, manicure y pedicure, entre otros.
Todas se sienten felices de poder realizar el emprendimiento ellas mismas y resaltan como las condiciones del conflicto las ha afectado, pero destacan este momento como un renacer en donde pueden demostrar sus capacidades.
Mujeres cabeza de hogar se asocian para producir Cacao en Apure – Venezuela.
Foto: Marcela Campos / Humanity & Inclusion
“El trabajo ha sido espectacular, porque nos ha enseñado a estar unidas y mediante el diálogo concertamos los horarios, porque mientras unas pueden en la mañana, otras lo hacen en horas de la tarde. De esta forma y con el trabajo conjunto hemos logrado conocernos más y apoyarnos para ir paso a paso a sacar esto adelante.
Todas tenemos un punto en común que es la unión, las ganas de aprender y progresar junto a nuestras familias, generando oportunidades para la comunidad. Aunque en su mayoría somos madres cabeza de familia y cumplimos varias obligaciones en el hogar y el cuidado de nuestros hijos, siempre sacamos un tiempo para cumplir con las responsabilidades del negocio del cacao.
En este momento estamos en proceso del secado para empezar a producir y esperando unas capacitaciones, porque hay un equipo que viene trabajando hace un año en el eje cacotero y estamos vinculadas a otro proyecto donde nos van a dar una refinadora y entonces coincidimos para articular con este emprendimiento.
En el proceso cada mujer seca el cacao en su casa, cuando termina lo traemos para compartir y analizar el avance porque hasta ahora estamos construyendo un sitio para poder trabajar. Estamos empezando en la construcción de este espacio, nos dieron materiales y entre todas batimos mezcla, limpiamos tubos y hacemos almuerzos comunitarios para estas jornadas y lograr un lugar acorde para avanzar en el negocio.
Teniendo en cuenta por las condiciones que hemos pasado nos sentimos felices y diferentes en saber que podemos hacer un emprendimiento por nosotras mismas y más teniendo en cuenta que varias mujeres son sobrevivientes del conflicto y muestran las capacidades que tienen cada una de ellas, es muy bueno despertar y ver que todo lo malo ya paso.
También hemos recibido talleres de formación donde hemos tenido integraciones, manualidades, cursos de belleza, todas actividades nos han enseñado a compartir y trabajar en equipo. Además, nos ha ayudado a dejar la rutina de casa y se vuelve enriquecedor por se aprenden muchas cosas y se pueden enseñar a otras personas.”
El proyecto “Prevención y protección contra amenazas de violencia armada a través de la construcción de una resiliencia comunitaria en Alto Apure, Venezuela” es implementado por Humanity & Inclusion en Venezuela junto a dos socios Repas y Tinta Violeta; y busca promover la paz y mitigar el impacto de los conflictos fortaleciendo los mecanismos de resiliencia, la gestión de conflictos y la cohesión social mediante un enfoque inclusivo, este proyecto es financiado por El Centro de Crisis y de Apoyo (CDCS) del Ministerio de Europa y de Asuntos Exteriores.
“Estas mujeres son la prueba de la resiliencia. Creo firmemente que ayudarles a las mujeres les da a las comunidades mayores garantías de progreso”. Paula Pérez, Country Manager – Venezuela.
Cacao producido por mujeres cabeza de hogar en Apure – Venezuela.
Foto: Marcela Campos / Humanity & Inclusion