La rehabilitación física y funcional forma parte de un camino global de la persona con discapacidad hacia la autonomía. Es una de las misiones fundamentales de HI, que es uno de los pioneros de la rehabilitación en contextos de desarrollo, desastres naturales y conflictos armados. La mayoría de los proyectos implementados por más de 35 años por la asociación incluyen actividades de rehabilitación física y funcional.

Nuestro enfoque

La rehabilitación contempla un conjunto de intervenciones necesarias cuando una persona experimenta limitaciones en el funcionamiento físico, mental y social debido al envejecimiento o a una condición de salud, incluidas enfermedades o trastornos crónicos, lesiones o traumatismos, aborda el impacto de una condición de salud en la vida cotidiana de una persona mediante la optimización de su funcionamiento y la reducción de su experiencia de discapacidad (incapacidad temporal o a largo plazo). La rehabilitación amplía el enfoque de la salud más allá de la atención preventiva y curativa para garantizar que las personas puedan permanecer lo más autónomos posibles y participar en la educación, el trabajo y los roles significativos de la vida.

Una de las herramientas con las que cuentan los profesionales de rehabilitación para aumentar la capacidad funcional para la realización de las tareas cotidianas de los usuarios son los dispositivos de apoyo o ayudas técnicas: muletas, caminadores, bastones, sillas de ruedas entre otros.

La rehabilitación es en si misma un medio para alcanzar la inclusión de las personas con discapacidad, en este sentido se cuenta con la estrategia de la Rehabilitación Basada en Comunidad RBC que reconoce los derechos y necesidades de las personas con discapacidad como un asunto de acceso a los mismos servicios y oportunidades, que otras personas de sus comunidades. Es decir un camino de doble vía:

  • Asegurar que las personas con discapacidad puedan mejorar sus habilidades físicas y mentales, acceder a servicios regulares y oportunidades.
  • Activar a las comunidades para promover y proteger los derechos humanos de las personas con discapacidad a través de cambios en la comunidad, por ejemplo, eliminando barreras de participación. (OMS,2013)

Nuestra intervención

HI utiliza un modelo de intervención basado en análisis, en la escucha e identificación de las demandas de la persona y de su entorno próximo, así como de sus necesidades implícitas.

De esta forma, el modelo gira en torno a realizar :

  • Un análisis y evaluación de los factores personales y ambientales, factores facilitadores, recursos u obstáculos.
  • Con la participación del usuario y su entorno próximo, elaboración de un proyecto de intervención a través de un trabajo colaborativo para llegar al cumplimiento de los objetivos.
  • Implementación de acciones encaminadas a la superación de las barreras y al mejoramiento de las condiciones de la persona, dirigidas a los proyectos de vida y al empoderamiento de la familia y la comunidad para el logro de la inclusión.
  • Seguimiento y evaluación de los resultados en términos de hábitos de vida, y participación social (funcionamiento óptimo).
  • Reajustes, si es necesario (continuidad de atención en los Sistemas Locales de Salud).

Servicios directos

  • Implementación de proyectos de rehabilitación a nivel comunitario para desarrollar recursos humanos locales capaces de identificar, referenciar y monitorear a los usuarios.
  • Apoyo a los actores locales para la implementación de servicios de rehabilitación de calidad (asesoramiento técnico, capacitación, gestión, etc.).
  • Apoyo directo a las estructuras existentes poniendo a su disposición profesionales idóneos que realizan intervenciones en diferentes ámbitos: Emergencias,  Crisis humanitarias, Crisis crónicas, contextos de desarrollo.
  • Apoyo a los Estados y autoridades locales para la implementación de políticas sectoriales adecuadas.
  • Formación a actores involucrados en procesos y proyectos que tienen intervención en pro de la población vulnerable con énfasis en las personas con discapacidad.