Noticias, Venezuela

Las dulzuras de Lucia

Apoyo a emprendimientos en Apure

Por: Marcela Campos – Oficial Regional de Comunicaciones América Latina y El Caribe

Lucía Casanova, es una docente de 42 años que reside en el estado Apure de Venezuela, desde el 2019, cuenta con un emprendimiento denominado las Dulzuras de Lucia, con esta iniciativa se convirtió en un generador de empleo y fuente de reactivación económica de la comunidad de El Ripial. 

Esta idea de negocio ha ido creciendo y con el apoyo de HI, en la entrega de elementos importantes para realización de sus productos (horno, batidora y exhibidor), ha logrado aumentar la producción y apoyar diferentes iniciativas humanitarias y sociales en este sector fuertemente impactado por el conflicto armado. 

Lucía resalta el apoyo y acompañamiento que ha tenido de parte de la organización, dando gran importancia a las charlas que según manifiesta han sido una motivación para superar los miedos y crecer que pueden hacer muchas cosas.  

«Soy Lucia, vivo en Apure. Esta comunidad es una población muy pequeña, de gente humilde, trabajadora, la mayoría en un 90% vive del cultivo del cacao. El que no cultiva cacao se dedica a la ganadería, son las dos fuentes de ingreso más fuertes aquí. La gente vive de la venta del cacao, bien sea seco o en vara, también hay criaderos de cachama.

Esta comunidad ha sido golpeada por los diferentes enfrentamientos entre grupos armados ilegales. Tuvimos que salir por un tiempo, cuando el conflicto aumentó, pero ahora que estamos acá de regreso y que podemos trabajar, vemos que hay esperanza.

Mi emprendimiento surgió desde 2019, pero debido a la pandemia y al conflicto armado, se ha visto un poco afectado, pero gracias a Dios no para culminar, sino que hemos tenido más fuerza para levantarnos y seguir adelante. 

En el emprendimiento hay varias colaboradoras, como Daniela, ella me vende la leche, aparte de eso me ayuda a pesar los ingredientes para preparar, porque todo va pesado en gramera. Mi suegra, atiende la sucursal que estoy iniciando en la Victoria, es un mini local y ella es la que me ayuda a vender allá. Mari, me reemplaza en las ventas mientras yo dicto clases porque yo soy docente. Mis otras hermanas ayudan a lavar los utensilios en la tarde, no las ocupo siempre porque todos los días no hago las tortas, hago el lunes o domingo para toda la semana.

Ahora voy a empezar las actividades escolares y ellas me ayudan de diferentes formas, que la que sabe hacer postres me apoya de esa manera y algunas me ayudan a llevar para la Victoria o con los domicilios. Cuando son días lluviosos o que ha llovido el día anterior y el camino se pone muy liso, entonces mi esposo hace los domicilios porque él tiene más fuerza para manipular la moto. Hemos crecido en el emprendimiento antes éramos solo nosotros, pero ya nos expandimos.

Yo le agradezco mucho a HI porque llegó a esta zona tan alejada y a donde nadie más llega, porque no solo vienen con ayudas, sino que nos dan apoyo psicológico porque la guerra nos dejó marcas que no son fáciles de superar, yo vivían con la zozobra de en qué momento se vuelve a formar la guerra y nos toca salir corriendo, dejar todo tirado y cuando uno vuelve encontrar las casas destrozadas, sin vidrios y sin nada. Con la ayuda de HI y las charlas de los psicólogos fuimos perdiendo el miedo y creyendo que se puede salir adelante.

Gracias a la ayuda que recibí, ahora puedo hacer más tortas. Con el horno la producción aumentó porque con lo que yo sacaba en el día cuatro o seis tortas ahora lo hago en una hora. Y con la batidora no me podía comprometer a hacer tortas muy grandes porque solo podía máximo hacer una torta de libra, puesto que si hacia una de kilo se recalentaba. La producción ha incrementado y esto se ve reflejado en la economía porque lógicamente entre más ventas mejores ingresos.

Me llena de emoción recibir todo lo que me dieron, no me lo esperaba y ese día reía de felicidad y quería llorar a la vez. Muy agradecida con ustedes.»

El proyecto Prevención y protección contra amenazas de violencia armada a través de la construcción de una resiliencia comunitaria en Alto Apure, Venezuela” es implementado por Humanity & Inclusion en Venezuela junto a dos socios Repas y Tinta Violeta; y busca promover la paz y mitigar el impacto de los conflictos fortaleciendo los mecanismos de resiliencia, la gestión de conflictos y la cohesión social mediante un enfoque inclusivo, este proyecto es financiado por El Centro de Crisis y de Apoyo (CDCS) del Ministerio de Europa y de Asuntos Exteriores.  

Este proyecto apoya a las familias en condición de mayor vulnerabilidad en esta zona del país. Trabajamos con y para estas personas. Lucia es un ejemplo de resiliencia, su familia y ella se fueron cuando empezó el conflicto armado acá y regresaron hace no más de un año y míralos hoy, son felices, rehicieron su vida, hacen sus postres y ayudan a otras familias. Gracias a este proyecto la economía de esta región se está normalizando, son pocos los beneficiarios, pero el impacto es altísimo”. Yosury Cabello, Oficial de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida. 

👉🏻Una historia del proyecto #ConstrucciónDeLaResilenciaComunitariaEnElAltoApure desarrollado por Humanity & Inclusion junto a Repas repas_fundacion y @Entintavioleta con el apoyo financiero del Centro de Crisis y de Apoyo (CDCS) del Ministerio de Europa y de Asuntos Exteriores - France Diplomatie

Apoyo a emprendimientos en Apure

 

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