Fabián y su mamá, frente a su kit de dulces donado por HI a Santiago de Cuba | © Productora Myagenes / HI
Fabián, de 19 años, es administrador de empresas. Se beneficia del proyecto de integración económica liderado por HI en Santiago de Cuba.
“Mi nombre es Fabián David de la Cruz Carlés, tengo 19 años. Cuando tenía 12 años, enfermé del síndrome de Guillain-Barré. Esto resultó en parálisis de mis piernas y brazos, lo que resultó en debilidad muscular.
Fue el apoyo incondicional de mi hermano pequeño y de mi madre lo que me permitió afrontarlo. »
Pastelero por pasión
Todo comenzó cuando un trabajador social y un miembro de mi asociación de personas con discapacidad me visitaron en casa. Vinieron a decirme que se iban a organizar una serie de cursos y capacitaciones para personas con discapacidad, gracias al apoyo de HI. Entre los cursos ofrecidos se encontraba uno de repostería. ¡La repostería es precisamente lo que me gusta! Desde que era pequeña, he ayudado a mi madre a hacer dulces para nuestra familia.
La trabajadora social me hizo preguntas sobre nuestra familia, sobre la situación económica de nuestro hogar. Luego me ofreció matricularme en el curso de repostería, lo cual acepté de inmediato. Estoy en edad de trabajar y siento la necesidad de ayudar a mi madre. Mi mamá es madre soltera y ya ha hecho mucho por nosotros. Yo también tengo que participar en los ingresos del hogar y mantenerla.
La capacitación que recibimos es uno de los mayores beneficios del proyecto; estamos realmente capacitados en la actividad que vamos a realizar. Mi mamá y yo tomamos clases para aprender a hacer masa para dulces, tortas, merengues, etc.
una maravillosa oportunidad
Nunca imaginé que a mi edad podría desarrollar mi propio negocio. Ahora es posible, con el equipo que recibí gracias a HI . Para ayudarme a montar mi negocio, la asociación me entregó un horno, una máquina para preparar merengues, placas eléctricas, una batidora y una nevera en perfecto estado de funcionamiento.
Estoy muy agradecido, porque esta es una oportunidad maravillosa para mí. Hoy me siento como una persona nueva. Creo que este es el paso más importante en mi viaje de reintegración. Gracias a mi trabajo podré aumentar los ingresos de mi familia y mejorar nuestro nivel de vida. Espero que esta oportunidad que se me ha brindado también se ofrezca a otras personas con discapacidad, para que ellos también puedan iniciar su propio negocio.