Misael Giraldo, líder comunitario de la vereda Belencito. Carepa, Antioquia.
Por: Ana María Sánchez, Oficial Regional de Rendición de Cuentas y Aprendizaje
Un 28 de septiembre de 1959 en los verdes campos de Belencito nace Misael Giraldo, un hombre intrépido que arraigó para siempre su vida a la de este territorio rural perteneciente al municipio de Carepa y quien sin importarle los ultimátum que le enviaba la guerra decidió mantener su objetivo de servirle a su comunidad.
Nacido en una familia campesina, fue criado por sus abuelos en una pequeña finca llamada “La Soledad”. No tuvo más niños a su alrededor con quien compartir o socializar, pero fue allí junto a las vacas, las gallinas, los cerdos y los burros que se enamora de su labor y aprende con orgullo lo que es ser un líder campesino dedicado a cosechar la tierra, velar por su familia y por su comunidad.
Misael recuerda con una sonrisa en el rostro que cuando era tan solo un niño de 8 años, su mejor amiga era una vaca llamada Josefina, la misma que les proveía leche cada mañana y quien seguía sus pasos cuando se aventuraba entre las verdes montañas de su vereda. Junto a Josefina disfrutaba de la asombrosa vista que le otorgaba vivir entre las montañas de Belencito, agradecía la frescura del aire y contemplaba los bellos cuadros que le dejaba cada puesta de sol.
Sin embargo, la apacible vida que llevaban en su territorio empezó a llenarse de sombras y miedo cuando por primera vez en su entorno se asomó la guerra. Así empieza un nuevo capítulo para los pobladores de Belencito, un tiempo que dejó marcas imborrables en la memoria.
Misael cuenta que para el año 2000 ya vivía junto a su padre en la finca. Recuerda que juntos presenciaron muchas masacres de pobladores y vecinos cercanos; los caminos que una vez recorrió en paz junto a su amiga Josefina se llenaron de actores armados en tránsito.
Resurgir de las cenizas y emprender nuevamente el vuelo
En esa época de violencia, su padre y él fueron obligados a salir de su finca, pero Misael no se alejó nunca de su territorio; decidió vivir a orillas de la carretera. Cuenta que trabajaron algunos días en su propia finca para proveerse de alimento, lo cual era su único sustento para sobrevivir.
Tiempo después, Misael, su padre, su esposa y sus nueve hijos lograron adquirir una finca a la que llamaron “La Ilusión”, él dice que le inspira esperanza, motivación y ganas de trabajar después de tanto dolor que experimentaron. Actualmente tiene a tres de sus hijos a su lado, quienes lo apoyan en la producción del cacao, siendo esto su principal fuente de ingresos. Misael siente orgullo contando que ahora recibe 30 mil pesos por el kilo de cacao que produce su finca y eso lo motiva, además cuenta que la asociación que recoge su producto lo envía a una empresa de chocolates en Medellín, siendo un logro para él saber que en muchos hogares están consumiendo el cacao originario de su finca “La ilusión” en Belencito, Carepa.
El Desminado Humanitario empodera al campesinado de Carepa
Actualmente Misael es presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Belencito, tiene dos años apoyando procesos organizativos en su vereda y empezó a conocer de HI gracias a las visitas que hacía el equipo de desminado humanitario a las casas de los pobladores para dar a conocer este importante proyecto.
Misael cuenta que debido al tránsito de Grupos Armados no Estatales y la dinámica de la guerra, muchas minas antipersona quedaron perdidas entre los caminos peatonales y los grandes pastizales por donde se movilizan animales, es por esto que, la limpieza del territorio de la posible presencia de artefactos explosivos en su territorio ha sido una forma de devolverle confianza a su comunidad.
“Muchos de los campesinos que habitamos en esta región vivimos años de mucha intimidación y aún los recuerdos de la guerra nos atemorizan. Saber que HI está haciendo labores de desminado nos ha devuelto la confianza”.
Misael resalta que HI quien llegó al territorio en el año 2022 y que ya ha hecho la neutralización de 2 artefactos explosivos. HI se ha convertido para la comunidad en una red de apoyo que les ha llevado tranquilidad a través del desminado y les ha brindado una mayor visibilidad como pueblo que resiste en estas zonas rurales de Carepa. Cuenta que gestionar recursos para la comunidad en estos tiempos es muy difícil, y es valioso para él que las organizaciones humanitarias como HI sean una fuente de información y una mano amiga cuando más lo necesitan.
Hoy su mayor logro como presidente de la JAC es que ha podido gestionar la adecuación y mejoramiento de las vías que conectan la vereda con el casco urbano de Carepa. Misael logró gestionar siete “volquetadas” de balastro que ayudaron a mejorar la movilidad para sus habitantes, pero dice que aún el camino es largo porque su mayor anhelo es que algún día su comunidad pueda tener un puesto de salud cerca y es a través de la resiliencia que podrán salir adelante para resurgir de las cenizas tal como lo hizo él.
En Colombia, HI está llevando a cabo operaciones de desminado en los departamentos de Antioquia, Chocó, Tolima, Meta y Cauca. Estas operaciones son posibles gracias al apoyo de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), la Embajada de Suiza en Colombia, el Departamento de Estado de los Estados Unidos, dentro de la Oficina de Asuntos Político-Militares (PM/WRA) y la Embajada de Estados Unidos en Colombia.